El pequeño río Oneta forma, debido a los desniveles originados por la diferente resistencia al desgaste de las rocas del sustrato, tres grandes cascadas escalonadas ocultas en un frondoso bosque de ribera. El hombre aprovechó durante siglos ese agua para mover las muelas de varios molinos hidráulicos.
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Actividad subvencionada por el Gobierno del Principado de Asturias